Se acerca Febrero...

Una bocanada de aire fresco...

Eso es precisamente lo que he tenido esta noche, un poquito de aire rozandome la cara.

Parece que vuelvo a sonreir.

Una noche diferente.

Se derrumba el mundo.

He perdido constancia, he perdido razones y las ganas de inventarme el mundo que me rodea. No se que es lo que me está pasando, pero la tristeza me puede y a veces no se si quiera porque he de luchar contra ella. En este momento, en mi momento de ahora no me tendría que acompañar más que la esperanza, el amor y ese trocito de vida que me rodea. Me siento acobardada ante el mundo. Sentada en esta esquina sin ni siquiera saber porque pasan los días. La cadencia de los días me atrapa en sus redes y no quiero más que no pensar, no respirar, no existir aunque sea al menos por un momento. La esperanza se disipa ante mis ojos y veo toda mi vida como una farsa, como el intento absurdo de ser alguien que nunca fuí. Me siento perdida. No se donde se ha escondido esa parte de mi que sabe luchar contra el mundo con una sonrisa, aquella parte de mi que me hace moverme sin descanso deseando que cada noche pase deprisa para volver a empezar un nuevo día. Me pierdo. Y mis sábanas ya andan en su trabajo de mantenerme atrapada bajo sus caricias; se me olvida luchar.....

Una tarde de nubes.

Frio....

Hace frío, mucho frío, tanto frío que si no tienes cuidado es posible que se te queden congeladas las ideas; a mi ya me ha pasado.

Nuevo año.

Comienza el año y ya voy navegando por sus primeros días. Mientras todo vuelve a situarse en el lugar que le corresponde dentro de una rutina un tanto especial, yo me dedico a seguir inventandome mis pasos. En estos día atrás he cerrado ciclos, he decidido escribir la última frase de distintos libros que tenía ya empezados. Ahora me quedo en blanco. Ahora, le pido a mis fantasías y a mis inquietudes que me ayuden a inventar.

Noche de Reyes

Volver a ser niño en una noche mágica..

Los Reyes de Oriente anoche visitaron nuestra casa e Iorel estaba aún despierto. No sabía que pasaba, no tenía ni idea de lo que le esperaba. Era la primera noche de su vida que los veía, entraron los tres repartiendo regalos y caramelos, dando besos e ilusiones. Deberíais de haberle visto la cara. No, no llevaba mi cámara de fotos, supongo que hay momentos en la vida que son para ti, para tu disfrute, para tu recuerdo, para tu sonrisa...

Vuelvo a ser niña y recuerdo las noches eternas que te quedabas dormida esperando a oir algún ruido por casa, recuerdo las mañanas nerviosas saliendo de la habitación con toda la energía del mundo para saber qué era lo que esos Reyes habían traído a casa. Un día de fiesta donde los juquetes no paraban de jugar. Un día al año donde los niños y los no niños vuelven a la inocencia que se pierde.

Niños.. somos niños.

Los problemas del día a día nos hace olvidarnos de ese niño que siempre llevamos dentro.

!Mal hecho!.

Si miramos atentamente el paso del tiempo comprenderemos que niños somos y en niño nos convertiremos.